Antonia Sanhueza, 14 años, está cursando primero medio en el Windsor School de Valdivia. En su corta edad, la nadadora valdiviana ha representado a su colegio, región y país en diferentes competencias.
Lleva seis años practicando natación. Hasta el momento ha competido en Regionales, Nacionales Escolares, Nacionales Juveniles y en el 2019 participó por primera vez en los Juegos Binacionales de la Araucanía que se llevaron a cabo en La Pampa, Argentina. La pechista clasificó al campeonato binacional con un tiempo de 39 segundos y en esa misma instancia tuvo la oportunidad de luchar por el podio en su estilo respectivo.
Comenzó a nadar, porque su mamá quería que aprendiera a tirarse piqueros. En ese tiempo jugaba fútbol y atletismo. Años más tarde dejó estos dos deportes y se dedicó completamente a la natación. “Antes nadaba por ir a ver a mis amigas. Hoy mi mentalidad es diferente. Ya no voy por diversión. Voy a trabajar, para mejorar y para competir”, explica la deportista.
Antonia también juega hockey a un nivel competitivo por su colegio y por el Club Regional de Hockey de Valdivia. Hoy además busca desarrollar una nueva pasión suya, jugar básquetbol por el Club Deportivo Valdivia, con el objetivo de convertirse en seleccionada nacional.
—¿Cuándo te diste cuenta que tenías talento en la natación?
—Natación en mi colegio tiene diferentes grupos. Está la escuela, infantiles, juveniles y avanzado. Comencé en escuela en cuarto básico, pero al año mi profesor me subió a infantiles y un año después a avanzado. El entrenador notaba mi motivación y creyó que tenía el talento suficiente para entrenar con deportistas mayores. Ahí es cuando empecé a competir y agarré un ritmo competitivo.
—Entonces fue una transición continua en solo un par de años…
—Sí. Mi primera medalla la gané años después de comenzar a nadar. No soy y nunca fui la típica niña que desde el principio gana medallas. Después de tres o cuatro años subí al podio por primera vez, con un tercer lugar. Fue muy significativo, porque se mostraba mi progreso.
¿Cuál es tu estilo dentro de la natación?
Soy pechista. Al principio lo odiaba. Hoy es mi estilo favorito.
—¿Cómo te mentalizas para competir en un deporte individual?
—Simplemente quiero dar lo mejor de mi cada día. Si el entrenamiento es sin pesas, pido hacerlo con. Me motivo por mi cuenta. Más allá del primer o segundo lugar, intento mejorar cada vez que pueda, desafiarme y superarme.
—¿Qué es lo que más te gusta de la natación?
—Soy una persona muy social. Una de las cosas buenas de natación es que te lleva a muchas competencias a lo largo del país. Tengo amigos en diferentes regiones y países, gracias a los torneos en los que he competido, como los Juegos de la Araucanía. El hecho de conocer harta gente y pasarlo bien me encanta. Saber que te van a animar cuando te toque nadar y viceversa.
—¿Cuál es tu rutina de entrenamiento en natación?
—Antes de la pandemia entrenaba lunes, martes y jueves una hora. El miércoles, viernes y sábado dos horas. Acondicionamiento físico hacía los días lunes, miércoles y viernes en la sala de pesas de mi colegio. Actualmente, estando aislados, trato de mantener esa rutina lo que más pueda en mi casa.
—¿Cómo es el nivel de la natación en Valdivia?
—La natación en si está creciendo, tanto en el país como en Valdivia. Cada año va mejorando, gracias a torneos como los Nacionales Juveniles o los Juegos de la Araucanía. En la región, hay un historial de buenos nadadores y hay varias potencias nacionales. Encuentro que la natación es cada vez más conocida.
—¿Pensaste que alguna vez ibas a llegar a este nivel?
—Nunca. Nadar siempre fue algo extra para mí. Cada vez que iba mejorando, crecía mi motivación. Mi profesor me inspira y motiva para que compita. También llegué al nivel que estoy, gracias a mis papás y a los sacrificios que han hecho. Ellos siempre están ahí para mí.
—¿Hasta cuando quieres nadar?
—Hasta cuarto medio. Mientras más avanzas, es más difícil continuar. Al llegar a la universidad, si quiero seguir en un nivel competitivo voy a tener que ir a estudiar a Santiago y no me gustaría estudiar allá. Me gustaría estar en ese entonces jugando básquetbol a nivel competitivo.
—¿Cuándo empezaste con el hockey?
—En quinto básico, un año después de la natación. En ese momento también jugaba fútbol y el entrenador de mi colegio quería que me metiera a hockey. El futbol se estaba volviendo muy violento. Llegaba con moretones a mi casa y a mi mamá no le gustaba, así que hice el cambio. Ya tenía un poco de conocimiento sobre moverme en una cancha con más personas y el trabajo de pies. Fue fácil adaptarme a ocupar un bastón. Después me uní al Club Regional de Hockey de Valdivia, donde juego en categorías superiores a las que me corresponden.
—¿Cómo fue la transición de un deporte a otro?
—No me gustó de inmediato el hockey. No como la natación por lo menos. Después del primer año se volvió más entretenido. Mejoré mi técnica. Me volví más ágil e improvisé mi juego.
—¿Qué es más difícil el hockey o la natación?
—El hockey, porque no entreno la misma cantidad de horas que en natación. Por el club de hockey entreno solo los lunes. Por mi colegio los martes y jueves, así que complemento las horas que pierdo por el club. Eso sí, hay una diferencia, en el club jugamos sobre pasto y en el colegio dentro del gimnasio. Las reglas son diferentes entre ambos.
—¿Física y mentalmente cómo logras llevar a cabo tu rutina? Entre estudios y deporte
—Mi motivo para despertarme todos los días es el deporte. Es fundamental en mi vida. Si no hago deporte, no tiene sentido que me levante cada mañana. Los estudios son importantes, pero mi sueño es poder vivir del deporte. Me encantaría poder estudiar todos los deportes. He tenido bajones y he pensado en dejar la natación o el hockey, debido a la sobrecarga que tengo. Pero siempre logro superar esa sensación.
¿Tu colegio sabe todo lo que haces?
Sí, saben lo que hago. Pero cuando fui a los Juegos de la Araucanía el año pasado me perdí una prueba de biología. Estaba super preocupada. Llevé mis libros y cuadernos a Argentina para poder estudiar cada vez que podía. Cuando volví pensé que iba a tener un par de semanas para dar la prueba o iba a poder hacer un trabajo recuperativo. Lamentablemente, tuve la prueba dos días después de llegar. No soy la única de mi colegio que le ha pasado esto.
—¿Cómo equilibras el deporte con el colegio?
—Hago horarios. Ahora me hice un horario de cuarentena, lo mezclo entre colegio y entrenamiento. Tengo tiempos de entrenamiento, comidas, descanso y estudio. Este año aprendí a organizarme mejor, antes era un desastre.
—¿Qué te ha enseñado el deporte?
—Me ha hecho una mejor persona y más solidaria. Siempre pienso en mis compañeros primero. Me preocupo de cómo les fue. Nos apoyamos constantemente. Me enseñó el verdadero significado del compañerismo.
—¿Por qué te gusta Livepro?
—Tiene mucha variedad. Por ejemplo, McDavid no lo pillas en muchas partes de Valdivia y también los precios son más convenientes.
—Cuéntame sobre tu sueño de jugar básquetbol...
—Desde pequeña que veo jugar al Club Deportivo Valdivia (CDV) en el coliseo. Siempre he tenido un amor constante hacia el basket. Hasta el 2018 mi pasión era de ver y no jugar. Ese año al jugar un poco por mi colegio me di cuenta que me gustaría intentarlo. El compañerismo es lo que más me gusta del deporte y quiero ver cómo sería en el básquetbol, en la natación existe, pero es distinto.
He conversado con mi mamá y si quiero cumplir mi sueño de ser basquetbolista, tal vez tenga que dejar uno de los dos equipos de hockey. No quiero dejar a nadie, pero dudo que pueda jugar por cuatro equipos y estudiar al mismo tiempo. Mi pasión por el basket crece cada vez más. Está en un nueve de diez. Tampoco quiero ilusionarme, tengo que dar las pruebas primero. Tengo más metas claras en el básquetbol que en la natación. Me gustaría llegar a ser seleccionada nacional.
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